Como comentaba en la entrada anterior, el pasado Jueves me fui de fiesta, bueno, a tomar unas copas. Todo empezó al salir de clase cuando me disponía a volver a casa pues no me encontraba del todo bien. Se me acercó Ricardo, un chico brasileño con el que me llevo muy bien, preguntándome que qué iba a hacer. Bueno, no le costó mucho trabajo convencerme, me dijo que como era el cumpleaños de una de nuestras compañeras iban a salir a tomar y comer algo. No era mal plan.
Nos dirigimos a un Izakaya del centro de Shibuya, en el que las jarras de cerveza cuestan 280yenes. Mi intención era la de acompañarlos y no tomar ni comer nada pues como ya sabréis, estoy intentando gastar lo menos posible. No hizo falta, la chica cumpleañera pagó la cuenta casi en su totalidad y sólo me gaste 1000yens.
Al caso, entramos y nos llevaron a una habitación estilo japonés, en la que tienes que descalzarte y el suelo es de madera. La verdad es que era una habitación bastante intima y en la que se estaba muy cómodo. Empieza la hora de pedir. En la mesa hay 2 pantallas táctiles que mientras están inactivas no paran de emitir ruidos y de aparecer anuncios de vete tu a saber qué. Las rondas llegan, con tan sólo unos clicks tienes tu pedido. Comida, jarras etc.
La mesa empezaba a parecer un mosaico. Había pinchos de pollo, bolas de pulpo, patatas fritas, una especie de habas (mameshiba), patatas rellenas de queso, pollo rebozado y una larga lista de manjares que entre jarra y jarra, sentaban de maravilla.
El tiempo pasabas, las rondas seguían y la conversación se iba animando. Por cierto, no he mencionado que eramos una mezcla bastante graciosa. China, Italia, Australia, Brasil, América y España, casi como un anuncio de la Beneton.
Y así fue pasando la tarde, entramos a las 5 y salimos a las 11, justo a tiempo para llegar a mi casa a las 12, una buena hora. Al día siguiente tenía que madrugar, hacer los deberes y volver a clase. Lo que yo no sabía es que iba a ser una jornada más dura de lo que me esperaba. Otra vez la odisea: abrir una cuenta en el banco y conseguir un teléfono...
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