Bueno,hoy me dispongo a relatar un poco mis paseos por estos sitios. Como voy justo de dinero y estoy en plan monje no pondré mis impresiones obre lujosos restaurantes o deliciosos cafés. Simplemente ando, miro fotografío y si veo un sitio bien barato para comer, me meto. Parece que no pero lo disfruto incluso más de este modo, en fin, vamos al tema...
El primer día de "turismo" lo pasé en Shibuya. Quede con una amiga y me mostró un poco la zona. Nos dedicamos a buscar la escuela donde tendré que ir el próximo Lunes y de paso, buscábamos un tabehodai de curry que al final no apareció. Pese al fracaso, encontramos un buen puesto de ramen en un callejón e hicimos ahí la comida. Una vez con los estómagos llenos me llevo al Shibuya 109, un centro comercial de moda femenina un tanto...recargado. Dentro pude ver las mujeres más estrafalarias y más raras, un espectáculo que creo que repetiré.
Acabada la visita al zoo femenino, me llevó por los pasadizo de debajo de la estación de Shibuya, supermercados, tiendecitas etc. todo un mundo bajo tierra. Llegados a este punto le pedí que me llevara al Shibuya 109 2, lo mismo pero de chicos. Este era más calmado, no había tanto bicho raro y la ropa estaba muy bien, exceptuando su precio. No duro mucho la visita porque la pobre mujer se caía de sueño así que fuimos a tomar un café en un bar que estaba en el 5 piso de un edificio del cual no recuerdo el nombre. Ahí charlamos un rato y después cada cual a su casa.
El segundo día de turismo lo pase en Akihabara. Fue un día raro, no paré de andar en ningún momento y la verdad es que me agotó más de lo que pensaba. Calles y calles llenas de edificios llenos hasta los topes de aparatos eléctricos, luces, sonidos y videojuegos. Un colapso sensorial en toda regla. Es un sitio muy curioso porque puedes encontrar de todo, por ejemplo, yo encontré una tienda llena hasta los topes de consolas y videojuegos retro, era como estar en el cielo.
Por otro lado, las calles estaban llenas de japonesitas muy monas que te invitaban a sus "maid cafés". Al principio tenía su gracia ir coger el papelito pero cuando ya te lo habían dado 15 veces empezabas a estar harto. En fin, Akihabara es una zona que estimula tu consumismo hasta limites insospechados pero como no había dinero, me fui con las manos vacías.
Al siguiente día fui a Roppongi. Cabe decir que fui de día y tampoco indagué mucho. A primera vista una zona cara y que debe ser visitada de noche, con la fiesta y todas esas cosas. Fui a la Embajada Española (la cual encontré cerrada, casi no hacen horas...) y a buscar trabajo en un restaurante español. Entre medio, me descolgué para ir a pasear por el cementerio de Aoyama y encontrar así un remanso de paz de lo más bucólico. Los cementerios japoneses tienen un no se qué muy raro que hace que te relajes. En fin, un día de caminar, pasar calor y no sacar nada en limpio.
Después de Roppongi, me tomé dos días en casa, sin gastar y acabando el papeleo que me quedaba hasta hoy, que he decidido darme un "lujo" y pegarme la gran caminata. Todo empieza en la estación de Ueno, desde donde me he dirigido al mercado de Ameyoko. Me ha recordado a los mercadillos españoles, lleno de ropa hortera, comida y vendedores que intentan camelarte con sus gritos y sus ofertas. Es un sitio singular, lleno de vida y muy colorido. La verdad es que volveré a pasear por sus calles cuando me sienta nostálgico.
Una vez agotado de tanta gente y tantos gritos me he ido a pasear por el parque de Ueno. Me he dedicado a ver los árboles y los templos hasta que he llegado al zoo y por lo visto, hoy la entrada era gratis. Aprovechando, me he metido pa'dentro y ala, a ver animales. Lo único que no he podido ver han sido los pandas gigantes pues había una cola impresionante.
Listo el parque, he puesto rumbo a Asakusa. La verdad es que tenía un gran trozo desde Ueno hasta Asakusa pero bueno, se me ha pasado rápido mirando tiendas. Una vez ahí, por fin he podido ver la Kaminari Mon (Si, el arco ese con el farolillo gigante). Es un sitio precioso. Las casas antiguas, el templo, las estatuas etc. todo desprende una magia que me es difícil de describir. La atmósfera pueblerina en medio de bloques de hormigón. Lo típico de "tradición y modernidad se funden". En fin, que ha sido una pasada.
Después ya la vuelta a casa y las compras de ultima hora. Desde luego no ha sido una publicación muy elaborada. Estoy cansadísimo y con hambre, pero me apetecía escribir. De paso, se entera la familia un poco.
"Dentro pude ver las mujeres más estrafalarias y más raras, un espectáculo que creo que repetiré."
ResponderEliminarNo lo dudo Sans-san xD
Espero que los zapatos te los hayas comprado buenos, porque algo me dice que los vas a dejar bien gastados.
Y ya que estás y vas en plan low-cost, ves haciendo una lista de cosas que hacer, lugares por visitar y sitios donde comer con poco dinero. Que cuando yo vaya sera en el mismo plan.
Y tío, voy siguiendo tus fotos en flicker, pero ponles nombre para que nos situemos un poco xD