sábado, 24 de diciembre de 2011

Final del primer trimestre

Y en un abrir y cerra de ojos ya se acabó el primer trimestre. Las valoraciones, en general, no han sido muy positivas, pero bueno, todavía me quedan 6 meses por delante.

¿El motivo? Bueno, ya escribí un post hablando de ello hace unas semanas pero principalmente es debido al personal de la escuela. Todos esos problemas que ya comenté han hecho que la escuela acabe por no gustarme. Con un personal docente tan sumiso y tan poco dispuesto a hacer algo para mejorar la situación, la verdad es que a uno se le quitan las ganas. Llevo esperando desde las primeras semanas en las que les transmití mi malestar a que hagan algo y bueno, ya os podéis imaginar que todo sigue igual.

Por otro lado, el temario. Si, es verdad que he aprendido un montón de cosas que no sabía, pero el método que usamos es horrible. Nos limitamos a memorizar y repetir, nada de hablar. Yo he venido aquí primero a hablar, ya memorizaré después formas y palabras que sólo salen en los exámenes de acceso a la universidad que por cierto no voy a hacer. No me extraña ver que compañeros que llevan estudiando ahí bastante tiempo sean tan incompetentes cuando les toca hablar.

En fin, no me voy a extender mucho porque hablar de cosas negativas no es que me entusiasme mucho. Para terminar, decir que aguantaré 3 meses más en esta escuela (Más que nada es porque lo tengo pagado) y después me buscaré otra. Ya tengo fichadas dos, donde van mis compañeros y bueno, creo que no pueden ser mucho peor que en la que estoy actualmente.

Por otro lado, seguiré como hasta ahora, estudiando por mi cuenta y aprendiendo a utilizar las cosas por mi cuenta porque desde luego, la escuela ayuda más bien poco. Sólo necesito recuperar un poco de mi disciplina y aplicarme cada día un poco más. 

jueves, 8 de diciembre de 2011

Rin Rin Kai

Esto es lo que me esperaba en la mesa

Bueno hoy voy a escribir una entrada que lleva muchos días en el tintero. Trata de una fiesta a la que fui invitado y que bueno, todavía estoy alucinando de lo que me encontré allí.

Todo empezó el día en que uno de mis vecinos me ofreció ir a una fiesta con él, no tenía que pagar nada ya que a él le regalaban las entradas, lo único que debía hacer era ir vestido elegante. Como no tenía nada que hacer pues accedí, una fiesta gratis cualquiera dice que no.

Bueno, llego el día y nos encontramos en la estación de Meguro. Allí estaba mi amigo esperándome con otro colega nuestro, todos muy bien vestidos aunque eso aquí en Japón no es raro, la verdad es que llega un punto en el que me canso de ver a la gente con traje, pero ese no es el tema. Mientras esperábamos al resto de gente nos explicó de que iba en verdad la fiesta. resulta que es una cena que se hace varias veces al año, donde se reúnen empresarios y gente importante para establecer relaciones o buscar nuevos negocios. Joder, eso se alejaba de todo lo que tenía en mente, pero bueno, ahí estaba.

Al cabo de un rato llegaron las otras personas, entre ellas, la mujer que nos había regalado las invitaciones. Aquí vino la mayor sorpresa, nosotros y los otros extranjeros que llegaron con ella éramos los invitados de honor de la fiesta. Aquí yo estaba alucinando un poco la verdad, no conocía a nadie y resulta que era un invitado de honor, bueno, que se le va a hacer.

Ahora que ya estábamos todos juntos nos dirigimos al lugar donde se iba a celebrar el evento. Bueno, creo que no he estado ni estaré en un sitio tan lujoso como ese en mucho tiempo. Había hasta un río y una aldea dentro del hotel/cosa rara. 

Una vez dentro, lo típico, dejar los abrigos, buscar tu mesa sentarte y ale, a esperar a que comience el espectáculo. Si, había espectáculo...

La cosa fue tal que así: Danza del vientre, danzas hawaianas, arte al son de la música, un tenor y una banda de jazz. Remarcar las danzas hawaianas y del vientre, la verdad es que nos dejaron a todos con la boca abierta, ehem.

Obviamente entre actuación y actuación había gente dando discursos y cosas así pero como no eran muy interesantes los omitiré, la mayoría se auto publicitaban así que os lo podéis imaginar.

Pasado el momento musical, empezó la comida y la bebida. Cada mesa tenía una zona giratoria en el centro donde no paraban de llegar platos de todos los lados. No sabría decir a ciencia cierta que es lo que comí pero todo estaba delicioso. Además, no paraba de llegar vino, cerveza y sake así que la felicidad era completa. El "problema" vino después.

Cuando ya habíamos acabado de comer y ya estaba todo el mundo bien contentillo volvió la banda de músicos y empezaron a tocar canciones para que la gente bailara. Aquí fue cuando mi compañero me dijo que como invitados de honor, debíamos cantar una canción delante de toda la sala (200 personas). En mi vida había vivido una situación tan rara, Todos nosotros subidos en el escenario cantando "We are the world we are the children", siendo vitoreados por toda ese gente y además recibir regalos por ello. No lo se, la verdad es que me resultaba un poco complicado entenderlo todo, igual fue que les gustaron nuestros bailes porque si, cuando la banda volvió al escenario nos hizo salir a bailar con la gente.

Los regalos que me dieron
En fin, esta es una de las cosas que nunca te imaginas que te pueden pasar. Esas situaciones que ni ensayando aparecen. La verdad es que nos lo pasamos muy bien, la comida era deliciosa cosa que me alegró mucho (no queráis saber mi dieta)  e hice bastantes amigos. Allí hice también un contacto que puede que el año que viene me haga trabajar en una escuela primaria como profesor, pero esto todavía está por ver.

Después de todo esto, volvimos a nuestro pueblo y como buenos salariman (Por el traje más que nada) nos fuimos a beber para acabar la noche. Nada mejor contra el frío que cerveza y comida caliente.

Manju

miércoles, 7 de diciembre de 2011

No todo funciona

Hoy tengo ganas de desahogarme un poco con un tema que lleva semanas gestandose: la escuela.

Al principio ya comenté que me sabía un poco mal estar en el grupo al que me habían asignado, por temas de nivel y de temario, ya que la mayoría de cosas ya las había hecho antes de venir pero, pobre de mi, lo peor estaba por llegar.

Han ido pasando las semanas y lo que he visto en la escuela es horrible. El nivel, para empezar, no es tan alto como imaginaba (se supone que estoy en un nivel intermedio), después, la metodología de las clases es horrible, estudiar gramática y repetir frases, ¿Como se supone que voy a aprender una lengua si no la practico? Hablo muchísimo más japonés fuera de la escuela y por mi cuenta que cuando estoy en clase. 

Los profesores tiene un horario muy bien delimitado que parece que no puedan salir de ahí y cada semana hacemos exactamente las mismas actividades cambiando únicamente el temario, por Dios, es insoportable. Todas las clases son idénticas. Llevo días quejándome de que no tenemos tiempo para hablar en clase y no me hacen caso, ni a mi ni a todos los que llevan quejándose más tiempo que yo. Sólo recibimos un "la semana que viene lo cambiaremos" y bueno, no hace falta comentar mucho más. Decir además que ya han habido dos alumnos que se han ido de la escuela gracias a la pasividad del personal docente.

Quizás os estáis pregutando como puede ser que si hay más gente enfadada, no se haga nada, bien la respuesta es la siguiente: la mayoría de los alumnos son chinos, quizá un 95%. La escuela lo que ha hecho ha sido adaptarse a ellos, vamos, en China y en Japón usan el mismo método para aprender idiomas, una de las razones por las cuales nadie habla inglés (A no ser que vayan a aprenderlo fuera). Por ese motivo nadie se queja, a ellos ya les está bien, la mayor parte de sus ingresos vienen de los estudiantes chinos, pues que coño, al fin y al cabo son una empresa, se adaptan a lo que más ingresos les da y los occidentales, bueno, les decimos que no se preocupen que ya cambiaremos.

Estas últimas semanas están siendo bastante malas, no tengo nada de ganas de ir a clase, lo mismo que hago en el aula lo puedo hacer en mi casa y más rápido. Antes de terminar, una de las cosas que quizás me hacen perder más la compostura es el personal de la escuela. Me explico, pese a que la mayoría de gente que estudiamos ahí somos adultos, nos tratan como niños. Yo me pregunto, ¿Debería tener 50 años para que dejaran de repetirme las cosas 50.000 veces a la semana? De verdad, cada día me vienen a recordar algo que tengo que hacer, y me lo repiten cada día antes del evento. Por ejemplo, los lunes tengo clase de conversación, pues desde el martes hasta el sábado me dan cada día un papelito recordándomelo, o a veces hasta me viene el profesor a decírmelo aun habiéndome dado el papel. Me vuelve loco.

En fin, esto no va a cambiar nada pero al menos he soltado lastre.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Comida: Yakisoba

Esta bueno, de verdad eh
Con este post inauguro una nueva temática que va a aparecer de vez en cuando por este blog: la comida. Es un tema que preocupa bastante a mis padres y a mi abuela (Esta última seguro, miedo me da volver e ir a comer a su casa), por todo el tema de la dieta equilibrada, comer variado y no pasar hambre etc. Las mismas preocupaciones que tienen cuando te vas a un piso de estudiantes.

Pues bien, en este voy a hablar del yakisoba que me preparo casi siempre. Es barato, bueno y rápido, además de ahí comen tres personas. Lo descubrí un día que estaba paseando por el super en busca de comida rebajada, me topé con un paquete a 98 yenes donde por foto tenía un hermoso bol de fideos tostados y dije "Tiene que ser mío". Después, para no estar triste y comerme los fideos a palo seco decidí comprar una bolsa de moyashi a 29 yenes (Moyashi = bortes de soja).

Aquí vino mi preocupación, ¿Como me lo como? Bueno, no fue muy problemático, las instrucciones del paquete eran bien fáciles:

-Primero: pon una sartén al fuego con aceite y fríe un poco la verdura (A mi me gusta dorarla y que quede crujiente)

-Segundo: abre los dichosos paquetes de fideos como puedas, porque me juego lo que sea que los cierra el Diablo, pon les fideos en la sartén, vacía el sobrecito con los polvos y añade muy poca agua.

-Tercero: remueve y separa los fideos, después mantenlos en el fuego hasta que estén en el punto que te gusta.

-Cuarto y último: ponte ciego a comer.

La verdad es que intento no abusar del yakisoba porque quiero volver a ponerme en forma. Es increíble como me he cargado más de 4 años de entrenamiento en 2 meses (LLuis si lees esto no te enfades). Aquí todo es dulce o caro, al menos para mi.

En fin, aquí concluye el primer post sobre lás comidas rápidas y fáciles que te puedes pegar en Japón, espero que los que lo leáis y estéis por tierras niponas le deis una oportunidad si todavía no lo habéis hecho, nada que envidia al de los restaurantes.

Mis juguetes 2: iPhone 4S

Como lo veis, he caído en el lado oscuro y me he comprado un iPhone. Dudé bastante al principio, sobre si debía o no pero como las lecciones de español me están yendo bien y aquí el precio es bastante atractivo decidí echar p'alante. 

¿Motivos? Pues un día fui a una tienda a toquetear cosas de electrónica y me topé con un bicho de estos y joder, debo reconocer que va muy suave, tiene muchas aplicaciones chorra y también muchas aplicaciones realmente útiles si estás viviendo fuera. No voy a negar tampoco que el diseño tanto de la interfaz como del terminal es muy bonito.

Empezando por las cosas útiles, decir que como es un teléfono internacional, el día que vuelva a España sólo tengo que jailbreakarlo y ponerle una SIM española para usarlo por ahí, vamos, que no es dinero "perdido". Después, aplicaciones como Skype, WhatsApp y cosas de ese estilo para poder comunicarte con la gente de casa. Decir que en Softbank, la tarifa de internet no está nada mal y no te tienes que preocupar de consumo mínimo ni de si te capan la velocidad. Es más, en el caso de que no quieras usar 3G, hay mucho wifi libre por aquí. Después, el GPS, que maravilla. Tokyo es una ciudad muy grande y cuando tienes que ir a un sitio nuevo a veces es una odisea, desde que llevo esto conmigo ya no me acojono tanto ni tengo que salir 2 horas antes por si me pierdo.

La verdad es que le doy bastante uso, cuando echo de menos a mis amigos simplemente les envío 4 mensajes por whatsapp y es como si los tuviera a lado. Cuando tengo que atender asuntos de trabajo o cambiar horarios, pues uso los dos correos (El de Softbank y el mio de toda la vida) y cuando me aburro en el tren o cuando va con retraso porque alguien se ha tirado a las vías me pongo a ver series o 4 tonterías.

El tema móviles es bastante lioso en Japón. Si tuviera que dar un consejo sería el siguiente: menos de 3 meses uno de prepago, más de tres meses, investiga las condiciones y los terminales que te ofrecen y si crees que no vas a cumplir la permanencia echa cuentas, si te sale más barato que en tu país de origen, compra. La ventaja del contrato es que el saldo no te vuela en 4 llamadas y que sigues pudiendo enviar tantos mensajes como quieras.

Primera experiencia laboral

Como dice el título esto es de lo que os voy a hablar hoy,como encontré y dejé mi primer trabajo en Japón (no cuento el ser profesor de español).

Todo empezó hará unas 3 o 4 semanas. Ya estaba bastante asentado, había terminado todo el papeleo y ya estaba bastante acostumbrado a los horarios y a combinarlo todo con mis alumnas, por lo que decidí que era el momento de buscar otra fuente de ingresos más grande y algo más estable que las lecciones. 

Lo más remarcable fue que para ello, empleé UN día echando curriculums por Internet, sólo un día (ni yo mismo me lo creo) y recibí montones de llamadas. Ahora mismo eso en España es un poco complicado, pero bueno, al caso, recibí montones de llamadas y entre ellas una de un restaurante español. 

Bueno, fueron pasando los días y las entrevistas y al final me quedé con la del restaurante. El salario era bueno, me pagaban el transporte y me daban las comidas, hasta aquí todo bien, excepto que tenía que trabajar unos dos días hasta las 2 de la madrugada. Si el lugar me hubiera quedado "cerca" de casa no habría habido problema con ir andando, en bici o igual coger un taxi si la distancia no era muy grande (son jodidamente caros los taxis aquí). De todos modos, decidí aceptar para intentar negociar luego el tema horarios.

Llegó el día, mi primer día de trabajo y con el, los primeros problemas o primeras cosas turbias. Pese a llevar ya un tiempecillo estudiando japonés todavía no lo domino, y sobretodo, el estilo informal. Eso más la falta de vocabulario hace que a veces me sea bastante complicado sacarle el significado a las frases. Bueno, mis jefes sabían todo esto y sin embargo, hablaban MUY rápido delante de mi y de la manera más informal posible, ¿Como se que lo hacían queriendo? Pues veréis, una vez me preguntaron "¿Entiendes lo que estamos diciendo?" yo les dije que si y acto seguido, aumentaron la velocidad y cambiaron el estilo. De puta madre, pero bueno, mis compañeros eran majos y sólo llevaba ahí una hora, igual después iba a cambiar.

Pasó el primer día, cansado, tenso pero con una enorme satisfacción por haberlo hecho todo bien y por haber aprendido un montón de japonés, eso de currar cara al público te exprime el cerebro al máximo, es increíble  Sin embargo, no podía evitar pensar en como se comportaban los jefes delante de mi, hablando a mis espaldas y evitando hacerme caso, como cuando les comenté explícitamente el tema de mis horarios y lo único que recibí fue un "Si trabajas aquí te daremos el visado de trabajo y podrás dejar la escuela". No hay cosa que odie más que alguien me diga que deje los estudios para ponerme a trabajar, pero eso ya son otros asuntos.

En fin, me fui con un poco de mal cuerpo pero pensé "Es tu primer día tío, igual lo ves más nublado porque estás nervioso o algo". Nada, siguió todo igual, ellos seguían hablando de manera inteligible delante de mi y además, no me hacían caso cuando intentaba sacar los temas legales como por ejemplo...¿Y mi contrato? Nada. Me lo pasé bastante bien el segundo día, vuelvo a decir que tenía unos compañeros que, aparentemente, eran muy amables. Pero volvamos al tema, que ese día vino la guinda. Al acabar el curro, me cambié y cuando me disponía a salir tuve la siguiente conversación con un compañero:

-Bueno, me marcho, nos vemos el viernes que me toca volver
-Perfecto pero...¿No te olvidas algo?
-No...vamos, ¿Debería?
-No se, ¿Que hay de tu salario?
-¿Mi salario?
-Hombre, sino fichas dudo que te paguen algo a fin de mes porque vamos, tienes tu time card, ¿No?
-No...no me la han hecho, es más, no me han dicho nada sobre ella.
-¿Enserio? No me lo creo
-Si, quizás es porque como no voy a trabajar aquí no me la han dado
-Eso es igual, te tienen que pagar. Ahora mismo te la hago porque sino no te darán nada.

Bueno, la conversación siguió y le preguntamos a mis otros compañeros, que entraron el mismo día que yo si tenían time card y contrato y como puede que os lo estéis imaginando la respuesta fue que si, el primer día antes de entrar a currar ya lo tenían todo. Es inevitable que me vengan muchas razones de porque no recibí nada pero prefiero no nombrarlas y pensar que sencillamente eran unos jefes cabrones. En fin, yo no pensaba seguir trabajando ahí, más después de la última sorpresa que me encontré antes de irme ese día a casa, me habían cambiado el horario y me daban mas de 28 horas semanales cuando sabían perfectamente que con mi visado no puedo hacer más de 28 porque es ilegal y si me pillan me devuelven para España.

En fin, que hablando con mis compañeros de casa y de la escuela decidí dejar el trabajo y pasar de hablar con ellos. Después de todo el sarao que se organizo en dos días no tenía muchas ganas de ver la cara a ese par de capullos que tenía por jefes. Fui, les dije que me iba y aquí estoy, tirando con mis clases de español y haciendo pruebas para trabajar como actor y modelo, almenos es más divertido y gratificante, sobretodo el ser profesor. Por suerte también, en Tokyo el trabajo no falta, vayas donde vayas encuentras tiendas buscando gente así que estoy tranquilo. Si algún día necesito encontrar algo más serio se que es cuestión de días.

En fin, así acaba mi primera historial laboral, empecé con mucha ilusión pero tuve mala suerte, a ver la próxima...

¡La vida sigue!

Pasan los días, y aquí continuo, cada día un poco más "japonés" con mis horarios, mi rutina mi estrés y mi cansancio, pero la vida sigue. 

Nunca me ha gustado demasiado la rutina pero aquí es distinta, quizás es porque todavía soy bastante nuevo, pero de momento es algo positivo. Si bien hay cosas a las que no me acabo de acostumbrar no negaré que las aventuras que ocasionalmente vivo aportan esa nota de color a lo que sería un día a día muy triste de sólo ir a clase y a casa a estudiar.

Tiene algo que me llega
Este año va a ser curioso, voy a vivir las navidades y el Año Nuevo en un país extranjero. A pesar de que voy a echar de menos a la familia voy a poder cumplir uno de mis sueños. Con suerte, podré despedir este 2011 en algún templo que no esté muy lleno de gente (cosa difícil). ¡Que más! No puedo evitar pensar en todo lo que haré cuando vuelva o en hacer planes para ir aquí o ir allí, una vez saboreas este tipo de libertad no quieres otra cosa. Tomar tus decisiones, buscarte la vida, estar contigo mismo...son cosas muy positivas y realmente gratificantes. Por mal que les sepa a mis padres, espero que el día que me toque volver, poder encontrar un trabajo e independizarme aunque sea sólo compartiendo piso.

Sin embargo dentro de mi siempre hay una vocecita preguntándose cómo están las cosas por casa, por mi pueblo, en clase y en todos esos lugares que han sido parte de mi día a día durante 20 años. Es curioso cortar de golpe con todo ello. Hasta hace dos meses era lo único que conocía y de golpe, todo es nuevo, internacional, ni rastro de hogar. Todo se ha ido en un pestañeo, ¿Donde? no lo se, supongo que sigue en el mismo lugar. ¿ Seguirá igual cuando regrese? Quien sabe, es una sensación curiosa pero en fin, lo que me toca vivir está aquí, todavía no es el momento de terminar las historias que dejé a medio escribir antes de marcharme.

Yasukuni

¡Bueno! Hoy voy a contar mi breve visita al santuario de Yasukuni. Desde que descubrí la existencia de este lugar siempre había querido ir. La verdad es que no me decepcionó, este templo, a diferencia de todos los templos de Tokyo tiene un aura especial...será por los 14 millones de kamis que lo habitan.

Es un lugar mágico, donde la naturaleza es verde y el aire fresco (esto último me impresionó pues el aire de Tokyo no es de los mejores que hay...). Una de las cosas que más me gusto fue el estanque que hay detrás, tuve la oportunidad de quedarme solo mientras anochecía y he de decir que la tranquilidad que reinaba era impactante.

A pesar de ello, el lugar también destaca por el mercadillo que se hace a sus puertas y por los fascistas japoneses que allí se reúnen. No es raro ver a gente vestida como un soldado japonés de la Segunda Guerra Mundial mientras ondean banderas imperiales y gritan consignas nacionalistas. Todo un espectáculo.

La verdad es que si tenéis la oportunidad, visitadlo, sobretodo en Domingo y por la mañana. No os decepcionará..
Vista del santuario

Me encanta mirar hacia el fondo...

Un regalo de los rusos...

Esto me flipó

En honor a los kamikazes

Un Mitsubishi Zero (El de los kamikazes)

Gigante

Tiene un aire de majestuosidad que...

En vivo era más bonito

domingo, 13 de noviembre de 2011

22 Kg

Amor.

Igualito que cuando abres un tesoro.

Bendito seas, embutido.

Camisetas del Barça para vender y un poco de comida navideña.

Vistazo general...

domingo, 6 de noviembre de 2011

Suica

Siempre tiene que haber una imagen mona
Hoy me gustaría hablar sobre la Suica. Esta maravillosa tarjeta magnética es el invento que debería usarse en todo transporte en cualquier parte del mundo (Si mal no recuerdo, en Bilbao usan algo parecido).

Esta tarjeta es una especie de "tarjeta-monedero", tu la recargas con una cantidad de dinero y para entrar en el metro, tren o autobús solamente la tienes que pasar por encima del lector. Con esto no debes preocuparte por sacar el billete adecuado, la tarjeta misma te descuenta el importe en función del trayecto recorrido.

Por si fuera poco, también puedes sacarte un pase con un recorrido fijado. Pongamos por ejemplo que cada día voy de la estación A a la estación C y que dicho trayecto me cuesta al mes 15.000 yenes. Con un abono me ahorraría 5000 yenes y además, podría viajar ilimitadamente entre las dos estaciones y me puedo bajar en las paradas intermedias, es decir, en B.

Lo bueno es que no solo la puedes usar para ir en transporte público. Como he dicho algo más arriba, es una tarjeta monedero y el dinero que lleva dentro lo puedes usar para comprar en las máquinas expendedoras o en los combinis. Más de una vez que me moría de hambre y no llevaba efectivo encima me ha salvado el dinero de la Suica.

La verdad es que adquirir esta tarjeta me ha ayudado mucho en mis finanzas aquí en Tokyo, con un abono de tres meses me he llegado a ahorrar mas de 15.000 yenes, y eso es mucho. Además, dejando de banda el dinero es la comodidad. A veces puede ser horrible saber qué billete sacar, yo todavía me lío mirando los mapas. Con esto es mucho más sencillo, haz bip en el lector y ya te lo descontaran al salir.


Un ejemplo de lo rápido que es usar esta tarjeta.

Kodomo Matsuri

Bueno, ya tocaba una actualización creo yo. El problema de mi vida aquí es que nunca paro y siempre tengo algo por hacer. Por desgracia, los pocos ratos libres que tengo o descanso o cultivo un poco mi vida social. En fin, sin más dilación aquí va una entrada que llevaba tiempo en el tintero:

Ahora no recuerdo muy bien cuando fue, pero tal y como veis en la foto acabé vendiendo gazpacho en un festival escolar. ¿Como llegué hasta ahí? muy fácil, un día que fui a la recepción de mi escuela me dijeron si quería cocinar gazpacho, como no tenía nada que hacer ese día, sencillamente acepté.

¿De que se trataba? Bueno, de mi escuela íbamos nosotros, el grupo de españoles. A nuestro lado, no se ve muy bien pero estaban los coreanos y al fondo, los tailandeses. Cada uno de nosotros debía preparar una comida típica de su país y venderla en dicho festival. Los precios eran un poco caros (caros para la cantidad que servíamos) 200yenes por plato.

Ojo a la bruja que nos estaba comprando.
El día fue tal que así: me levante a las 5 de la mañana ya que debía estar a las 7 en Shibuya, delante de la estatua de Hachiko. La verdad es que el madrugón me sentó fatal y fui casi todo el día a medio gas. Por desgracia, el festival se hacia en domingo lo que me impidió salir de fiesta el día anterior...

En fin, una vez reunidos y todas esas cosas, nos fuimos en autobús a la escuela y allí empezó todo. Nuestro grupo, donde eramos tres españoles empezamos a pelar y a triturar verduras (es gazpacho, tampoco hay que hacer mucho más) mientras los otros dos hacían manjares de lo más raros. La verdad es que nos llevo mucho tiempo, casi no teníamos espació y las minipimer que nos prestaron no funcionaban nada bien. Por si no fuera poco, los coladores eran horribles...

Ahora me pongo a pensar y realmente nos llevo una eternidad preparar los quizás 5 litros de gazpacho que hicimos, lo bueno es que me pude llevar aceite de oliva, que es carísimo. Volviendo al tema, una vez preparado todo el material empieza lo divertido: ponerse a vender. La verdad es que me sentía como en un mercadillo, todos gritando y vendiendo las cualidades de tu alimento como si fuera el mejor, tuvo su gracia.
Obviamente, como todo estaba lleno de comida nos íbamos haciendo regalos entre nosotros con el resultado de que ese día suplí todas las carencias alimentarias de la semana anterior, maravilloso.

Este tipo de actividades me gustan mucho, pasas el día fuera, conoces gente, comes bien etc. Después se supone que tenía que ir a jugar un partido de fútbol pero la verdad, nada más llegar a casa caí muerto en la cama.

Y así pasé el día, perdón por el poco detalle de la entrada, está lloviendo y tengo la cabeza en otro lugar.

lunes, 24 de octubre de 2011

Entre millares

Ginza

Tokyo es una ciudad grande, muy grande. Es una ciudad donde puedes perderte con total facilidad, una ciudad llena de rincones, templos, calles, parques y muchas cosas más con alma propia. También es una ciudad llena de gente, millones. 

Pese a todo esto, hay veces en las que te sientes solo. Estás rodeado por millones de almas que pueden ser más frías que el hielo. Impersonalidad o quizás independencia, llámalo como quieras pero a veces todo parece ajeno a ti. Eres como un vacío en un mar donde todo es igual. Tu cara es la que desentona, tu lengua es la que suena diferente. Aquí tu eres el extranjero, aquí no tienes un lugar donde arraigar. Por eso a veces, sólo a veces, te sientes solo.

He de reconocer que no estaba acostumbrado a tanta gente. Lo máximo que he visto es Barcelona, 1 millón y medio de personas frente a los 18 millones de Tokyo, ha sido un cambio notable. Quizás lo que más me entristece de todo esto es ver que la mayoría de ellos parecen cortados por el mismo patrón. Vistiendo su uniforme de guerra con corbata van cada día  a su trabajo donde no ven la luz del Sol. Forman una familia y casi no tiene tiempo para querer a su mujer o ver crecer a su hijo. Es una sociedad grupal pero a veces parece que hay un individualismo extremo, una obsesión por el yo y nada más.

Tokyo, gris, blanco y corbata. Tokyo, verde, madera y alma. Tokyo, asfalto, neón y noche. Tokyo, tan bonito y tan frío a veces.


Future is nature


"Future is nature", o eso dice mi nueva tabla. La verdad es que ya llevaba mucho tiempo reconsiderando el asunto de volver a rodar, muchísimo tiempo. Siempre que veía a mis amigos, ponía la tele o escuchaba el sonido de las ruedas deslizándose por el asfalto me asaltaban los recuerdos de cuando era un crío. La verdad es que pasó mucho tiempo desde la última vez que me subí a un patín, bueno, mejor dicho, la última vez que me subí no repetí porque me caí desde lo alto de unas escaleras y le cogí miedo.


Pero con el paso del tiempo, ese miedo se ha convertido una vez más en ganas, ganas de intentarlo, de superarme, de aprender y como no, de pasarlo bien patinando. He de decir que pese a no tener mucho tiempo, cuando alguna hora se me queda libre me voy a rodar un rato. No soy muy bueno y mi técnica no es de las mejores pero le pongo ganas, que ya es algo. 

Espero que cuando vuelva a casa, pueda volver a salir a patinar con mis colegas, pueda caerme y tener alguna que otra herida de el truco que no me salió o de lo duro que practiqué. Lo he pillado con mucha ilusión.



martes, 18 de octubre de 2011

Problemas en Japón: cuenta bancaria


Hoy voy a hablar del primer obstáculo que se interpuso en mi camino: la maldita cuenta bancaria.



Todo empezó la primera semana que llegué aquí, la cual empleé para llevar a cabo todas las gestiones y trámites para mi nueva vida. Todo empezó bien, me pude hacer la tarjeta de extranjero, comprarme el abono, conseguir mi permiso de trabajo etc. Todo perfecto y a la primera, demasiado fácil...


Bien, si quiero trabajar en Japón y eventualmente, recibir dinero de mis padres más me vale abrirme una cuenta bancaria por aquí. Por comodidad, elegí el Japan Post Bank (Banco de correos) ya que lo tengo a una calle de mi casa. Me dirigí un buen día por la mañana con toda mi documentación y muy amablemente le pregunté al señor del banco si podía recibir transferencias desde España. El buen señor, asustado de tener que lidiar con un no japonés, me dio enseguida un panfleto en inglés que respondía (Se supone) a todas mis preguntas.

Efectivamente, acorde con el panfleto, puedo recibir dinero desde España, de lujo. Sin pensármelo, le pido para abrir una cuenta y aquí el primer problema...No vale el resguardo de la tarjeta de extranjero, tengo que ir a por un documento que vale 200 yenes. Bueno, mosqueado voy al ayuntamiento, lo compro y vuelvo. Ahora si, unas cuantas firmitas y cuenta abierta, perfecto. 

Una vez en casa, reviso el panfleto y me aseguro de pasarle los datos correctos a mi padre. Aquí el segundo problema, mi padre me hace una transferencia muy importante ya que este primer mes he tenido muchos gastos y dependía de ese dinero. Qué pasa, ese dinero nunca llegó a correos. Un buen día me levanto y veo un correo de mi padre en el cual me explica que mi dinero está en Japón, a salvo, pero que no puede llegar a correos porque no tiene un acuerdo con el sistema internacional de transferencias. Mierda. Voy a correos, intento explicarselo al señor, él, notablemente nervioso, me da otra vez el folleto y me sonríe. Nada que hacer.

Llegados a este punto la única solución que me quedaba era revisar los 4 grandes bancos, que previamente había investigado, y abrirme una cuenta en alguno de ellos. Los susodichos son Sumitomo Mitsui, Tokyo Mitsubishi, Mizuho y Resona. 

Empezé por Sumitomo Mitsui ya que después del JP Post Bank es el que me queda más cerca. Aquí la cosa fue muchísimo más rápida, nada más entrar y preguntar ya me llevo la primera negativa: necesito un hanko (sello personal), mierda, más dinero que gastar. Aun así, insisto para que me deje pasar y preguntar a la chica que se encarga de las aperturas unas cuantas dudas sobre qué más necesito (pasaba de llevarme más sorpresas y de hacer más visitas). Conforme me acercaba, un sudor frío me invadía el cuerpo y efectivamente, el temor que se estaba gestando en mi interior no era infundado. Para empezar, necesitaba recibir mi tarjeta de extranjero, ni con todos los papeles del mundo con igual validez que la tarjeta bastaba, tenia que ser el maldito trozo de plástico. Después, gástate más dinero, necesitaba un número de móvil.

En fin, resignado me fui hacia el Tokyo Mitsubishi, a ver si ahí tenia más suerte aunque ese no fue mi día. Me pidieron lo mismo, un sello y un número de móvil. Por aquellas fechas (antes del 12 de Octubre) me era imposible conseguir un hanko ya que la tienda estaba de vacaciones unos días así que centre todos mis esfuerzos en conseguir el maldito teléfono de prepago (el contrato no me sale a cuenta).

La verdad es que pensé en dedicar una entrada entera sobre como conseguí mi teléfono porque desde luego, fue una odisea. En Japón este tipo de móvil está muy controlado ya que en el apsado se usaban con mucha frecuencia para llevar a cabo actos delictivos entre la yakuza y demás cosas turbias. En fin, que solo los distribuye Softbank. No se si es que ha coincido que todos los extranjeros de Tokyo han decidido comprarse un teléfono de este tipo o que, pero en todas las tiendas de Shibuya se habían agotado, en todas. Bueno, probemos en Shinjuku, nada. Vaya, vamos a Roppongi que me han dicho que quedan...nada. Vaya vamos a Akihabara...nada. Desesperado, vuelvo a entrar a la tienda del Yodobashi Kamera en Akiba y les pido, por favor, que me den la dirección de todos los Softbank de los alrededores, que no puede ser que no les queden. El hombre de la tienda, agobiado porque era el día que salí a la venta el iPhone4S, me da un mapa y me indica un par de tiendas. Mis dos últimos recursos.

La primera estaba medio vacía así que como era de esperar, no tenían nada. Cabreado, cansado y agobiado me dirijo a la última. Bingo, aquí si. Me enseña dos modelos que valen igual, uno con tele y el otro normalucho, apariencia seria. Vaya, por el mismo precio me llevo el que tiene tele. Nada, no le quedan. Vale, me llevo el otro de color negro. Vaya, pues tampoco le quedan. Mierda, dame el blanco. Este si, sólo le quedaban tres. Voy a omitir la larga firma del contrato, que más que firma parecía un registro policial, y así seguir con el tema principal.

Una vez conseguido el teléfono y después de haber ido a encargar mi sello sólo tenía que esperar. Llegado el día madrugo para ser el primero en la cola del banco y así poder irme tranquilo a casa...que ingenuo. Llego al Sumitomo Mitsui, me pongo a la cola, insisto en hablar con la chica que hace las aperturas y le muestro los mismo papeles que la otra vez. Curiosamente los ve y no me dice nada, se levanta y se va a hablar con su jefe. Mierda más problemas. Vuelve y me dice muy amablemente que no me puede abrir la cuenta porque no tengo la tarjeta de extranjero (Joder, tengo un papel, además del recibo, de IGUAL VALIDEZ), además, como no se fían de los de fuera, sólo me abrirán la cuenta cuando lleve un mínimo de 6 meses viviendo en Japón. A la calle.

Desesperado, me voy al Tokyo Mitsubishi, pensando que ahí serían más comprensivos. Error, aquí si que me dejan abrirla pero sólo cuando tenga, a ver si lo adivináis, la tarjeta de extranjero. ¿Que demonios les pasa? ¿Para que compro un papel oficial que es como la tarjeta si nadie lo quiere? En fin, desesperado me marcho a clase. Esa misma noche hablando con mi padre le comento todos los problemas y le pido que me pase el dinero a la tarjeta de crédito, que no tendremos más remedio que pagar las comisiones y los intereses de los cajeros. Eso si, antes tenía que intentar una ultima cosa...

A día siguiente madrugo otra vez para ir a Shibuya con tiempo. Ahí me decido ir a la sede del Tokyo Mitsubishi, sede recomendada por la escuela en la que se supone que deberíamos ser capaces de abrir una cuenta si estamos menos de 6 meses y si no tenemos tarjeta y derivados. Bueno,por probar que no falte.

No se si es que alguien de arriba me escucho o que, pero vi la luz. Me aceptaron los papeles a la primera, no me pusieron ninguna pega, me aceptaron el sustituto de la tarjeta y además, me atendió una jovencita que vaya tela. En fin, en ese momento se concluyo mi epopeya de dos semanas y media intentando abrir una cuenta y viviendo sin dinero. Angustia, nervios, tensión y mal humor que desaparecieron esa misma tarde cuando me llego el dinero. Mi padre sólo tuvo que cambiar los datos y en unas pocas horas ya lo recibí en mi cuenta.

No fue hasta días después que me entere del problema con Correos. resulta que si quieres recibir dinero desde el extranjero, debes hacer la transferencia directamente al intermediario y desde ahí, solicitar que te la redirijan a Correos. Resumiendo, mucho trabajo pudiendo tener otros bancos de confianza que en dos días recibes el dinero.

Moraleja, Tokyo Mitsubishi UFJ y fuera dolores de cabeza.


domingo, 16 de octubre de 2011

Mis juguetes: diccionario electrónico

Bueno, hoy os hablaré de mi nuevo juguete, un CASIO Ex Word Dataplus B7500, es decir un diccionario electrónico Japonés-Inglés-Español.



Llevaba ya mucho tiempo queriendo comprar uno, el problema es que si lo hacía desde España me salía carísimo, sobre unos 450€ aprox. El caso es que merodeando por Amazon.jp encontré este modelo rebajado y a un precio muy suculento, sobre unos 300€. Lo sorprendente es que está mucho más barato que en las tiendas de electrónica de Akihabara así que no dude en tomar la decisión. Lo mejor de todo es que fue pedirlo y en 45 minutos lo tenía en casa, maravilloso.

Pasando ya un poco más al tema técnico, esto es lo que todo estudiante de japonés debería tener. Esto, o un iPhone-iPod Touch con el Kotoba! Desde que lo tengo, lo uso a todas horas. Con la función jump que te permite pasar entre palabras, seleccionar kanjis o visualizar las lecturas, las búsquedas son mucho más ágiles y no tienes que preocuparte si no sabes leer un ideograma. Además este modelo viene con un diccionario de español muy amplio donde puedes encontrar la mayoría de las palabras comunes y muchos tecnicismos. Todo esto sin contar la pantalla táctil, mejorada en esta versión y que para aquellos que no sabemos dibujar bien los ideogramas o tenemos una caligrafía pésima, la han hecho más sensible y ya no es un problema utilizarla.



Resumiendo, podría hacer una entrada contando todo lo que lleva y todas esas cosas pero no me apetece, hay miles de entradas en internet mejores que la mía, yo sólo quería decir que este cacharro es un must have para todos aquellos que estudiamos el idioma japonés. 

lunes, 10 de octubre de 2011

Pequeña introspección


La fortuna y la suerte a veces juegan un papel importante, otras, el simple deseo de vivir o de descubrir. Creo que es lo que me está pasando. En muy poco tiempo he sido capaz de llamar hogar una tierra que sólo había visto en sueños. Ese pequeño yo interior, seco y mustio ahora germina con fuerza gracias al cambio, al viaje, a la partida. Esa senda hacía el interior, hacia esa vasta llanura tan inexplorada donde toda esencia nace, donde está la marca que todos debemos encontrar.

La soledad, el desamparo, la debilidad, la angustia y todas esas emociones se han manifestado, claro, pero no en su forma agresiva. La sensación de pequeñez entre grandes edificios. La pérdida de la orientación en una selva de neones. La imposibilidad de ver rostros conocidos, el hecho de saber que estás a miles de kilómetros de todo lo conocido. Sensaciones, vibraciones que hacen que me estremezca.

Me quito los zapatos para entrar en casa y me los pongo para salir. Dentro, introspección, fuera descubrimiento. Dentro, calzado suave, fuera, calzado resistente y duradero. 

sábado, 8 de octubre de 2011

Izakaya (O donde vive el sake)

Como comentaba en la entrada anterior, el pasado Jueves me fui de fiesta, bueno, a tomar unas copas. Todo empezó al salir de clase cuando me disponía a volver a casa pues no me encontraba del todo bien. Se me acercó Ricardo, un chico brasileño con el que me llevo muy bien, preguntándome que qué iba a hacer. Bueno, no le costó mucho trabajo convencerme, me dijo que como era el cumpleaños de una de nuestras compañeras iban a salir a tomar y comer algo. No era mal plan.

Nos dirigimos a un Izakaya del centro de Shibuya, en el que las jarras de cerveza cuestan 280yenes. Mi intención era la de acompañarlos y no tomar ni comer nada pues como ya sabréis, estoy intentando gastar lo menos posible. No hizo falta, la chica cumpleañera pagó la cuenta casi en su totalidad y sólo me gaste 1000yens.

Al caso, entramos y nos llevaron a una habitación estilo japonés, en la que tienes que descalzarte y el suelo es de madera. La verdad es que era una habitación bastante intima y en la que se estaba muy cómodo. Empieza la hora de pedir. En la mesa hay 2 pantallas táctiles que mientras están inactivas no paran de emitir ruidos y de aparecer anuncios de vete tu a saber qué. Las rondas llegan, con tan sólo unos clicks tienes tu pedido. Comida, jarras etc. 

La mesa empezaba a parecer un mosaico. Había pinchos de pollo, bolas de pulpo, patatas fritas, una especie de habas (mameshiba), patatas rellenas de queso, pollo rebozado y una larga lista de manjares que entre jarra y jarra, sentaban de maravilla.

El tiempo pasabas, las rondas seguían y la conversación se iba animando. Por cierto, no he mencionado que eramos una mezcla bastante graciosa. China, Italia, Australia, Brasil, América y España, casi como un anuncio de la Beneton.

Y así fue pasando la tarde, entramos a las 5 y salimos a las 11, justo a tiempo para llegar a mi casa a las 12, una buena hora. Al día siguiente tenía que madrugar, hacer los deberes y volver a clase. Lo que yo no sabía es que iba a ser una jornada más dura de lo que me esperaba. Otra vez la odisea: abrir una cuenta en el banco y conseguir un teléfono...

Clase 4-A

Esta semana he empezado las clases. Después de ceremonias, charlas, orientaciones y paseos, el día 6 tuve mi primera clase. En principio me han puesto en el nivel intermedio, nivel en el cual se supone que saldrás sin tener ningún problema para mantener conversaciones y podrás leer libros de nivel medio. No está mal, el problema es que muchas de las cosas que hacemos o vamos a hacer ya las he visto antes.

Por una parte va a ser un repaso fantástico, pues voy a revisar en profundidad todo lo que he hecho este pasado año, que no me va mal. Además, hay cosas que por supuesto todavía no he visto, y más me valdrá prestar atención.

Por otra parte es un poco frustrante pues tenía ganas de ver cosas nuevas desde el primer día. Yo vine aquí con la intención de estudiar hasta que me sangraran los ojos. Tengo el tiempo que tengo y mi presupuesto es limitado, por lo tanto no tengo tiempo que perder. En fin, siempre me queda el examen para subir de nivel en Diciembre.

Dejando de lado este pequeño asunto, mi clase mola mucho. Somos 22 alumnos, 16 de ellos chinos, algunas italianas, un americano, un coreano y yo. El primer día de clase ya hice muchos colegas, incluso salimos de fiesta, pero eso es un tema que me va a ocupar otra entrada.

En fin, ahora empieza lo duro, estudiar y si es posible, encontrar un trabajo y compaginarlo todo.

sábado, 1 de octubre de 2011

Shibuya, Akihabara, Roppongi, Ueno y Asakusa.

Bueno,hoy me dispongo a relatar un poco mis paseos por estos sitios. Como voy justo de dinero y estoy en plan monje no pondré mis impresiones obre lujosos restaurantes o deliciosos cafés. Simplemente ando, miro fotografío y si veo un sitio bien barato para comer, me meto. Parece que no pero lo disfruto incluso más de este modo, en fin, vamos al tema...

El primer día de "turismo" lo pasé en Shibuya. Quede con una amiga y me mostró un poco la zona. Nos dedicamos a buscar la escuela donde tendré que ir el próximo Lunes y de paso, buscábamos un tabehodai de curry que al final no apareció. Pese al fracaso, encontramos un buen puesto de ramen en un callejón e hicimos ahí la comida. Una vez con los estómagos llenos me llevo al Shibuya 109, un centro comercial de moda femenina un tanto...recargado. Dentro pude ver las mujeres más estrafalarias y más raras, un espectáculo que creo que repetiré.

Acabada la visita al zoo femenino, me llevó por los pasadizo de debajo de la estación de Shibuya, supermercados, tiendecitas etc. todo un mundo bajo tierra. Llegados a este punto le pedí que me llevara al Shibuya 109 2, lo mismo pero de chicos. Este era más calmado, no había tanto bicho raro y la ropa estaba muy bien, exceptuando su precio. No duro mucho la visita porque la pobre mujer se caía de sueño así que fuimos a tomar un café en un bar que estaba en el 5 piso de un edificio del cual no recuerdo el nombre. Ahí charlamos un rato y después cada cual a su casa.

El segundo día de turismo lo pase en Akihabara. Fue un día raro, no paré de andar en ningún momento y la verdad es que me agotó más de lo que pensaba. Calles y calles llenas de edificios llenos hasta los topes de aparatos eléctricos, luces, sonidos y videojuegos. Un colapso sensorial en toda regla. Es un sitio muy curioso porque puedes encontrar de todo, por ejemplo, yo encontré una tienda llena hasta los topes de consolas y videojuegos retro, era como estar en el cielo.

Por otro lado, las calles estaban llenas de japonesitas muy monas que te invitaban a sus "maid cafés". Al principio tenía su gracia ir coger el papelito pero cuando ya te lo habían dado 15 veces empezabas a estar harto. En fin, Akihabara es una zona que estimula tu consumismo hasta limites insospechados pero como no había dinero, me fui con las manos vacías.

Al siguiente día fui a Roppongi. Cabe decir que fui de día y tampoco indagué mucho. A primera vista una zona cara y que debe ser visitada de noche, con la fiesta y todas esas cosas. Fui a la Embajada Española (la cual encontré cerrada, casi no hacen horas...) y a buscar trabajo en un restaurante español. Entre medio, me descolgué para ir a pasear por el cementerio de Aoyama y encontrar así un remanso de paz de lo más bucólico. Los cementerios japoneses tienen un no se qué muy raro que hace que te relajes. En fin, un día de caminar, pasar calor y no sacar nada en limpio.

Después de Roppongi, me tomé dos días en casa, sin gastar y acabando el papeleo que me quedaba hasta hoy, que he decidido darme un "lujo" y pegarme la gran caminata. Todo empieza en la estación de Ueno, desde donde me he dirigido al mercado de Ameyoko. Me ha recordado a los mercadillos españoles, lleno de ropa hortera, comida y vendedores que intentan camelarte con sus gritos y sus ofertas. Es un sitio singular, lleno de vida y muy colorido. La verdad es que volveré a pasear por sus calles cuando me sienta nostálgico.

Una vez agotado de tanta gente y tantos gritos me he ido a pasear por el parque de Ueno. Me he dedicado a ver los árboles y los templos hasta que he llegado al zoo y por lo visto, hoy la entrada era gratis. Aprovechando, me he metido pa'dentro y ala, a ver animales. Lo único que no he podido ver han sido los pandas gigantes pues había una cola impresionante.

Listo el parque, he puesto rumbo a Asakusa. La verdad es que tenía un gran trozo desde Ueno hasta Asakusa pero bueno, se me ha pasado rápido mirando tiendas. Una vez ahí, por fin he podido ver la Kaminari Mon (Si, el arco ese con el farolillo gigante). Es un sitio precioso. Las casas antiguas, el templo, las estatuas etc. todo desprende una magia que me es difícil de describir. La atmósfera pueblerina en medio de bloques de hormigón. Lo típico de "tradición y modernidad se funden". En fin, que ha sido una pasada.

Después ya la vuelta a casa y las compras de ultima hora. Desde luego no ha sido una publicación muy elaborada. Estoy cansadísimo y con hambre, pero me apetecía escribir. De paso, se entera la familia un poco.


jueves, 29 de septiembre de 2011

Primeros pasos

Lo primero en cuanto llegué fue, obviamente, encontrar la casa. La verdad es que gracias a las indicaciones de mi casero no me costó mucho encontrar la linea ni el edificio. Esta llegada me hizo comprender la importancia de las lineas ferroviarias en Tokyo. Acostumbrado a mi querida RENFE. el sistema de trenes que hay aquí me parece, y es, maravilloso. Rápidos, eficaces, limpios y además, esa apariencia retro mola un montón. Estos primeros días, aprovechando las gestiones que tenía que hacer y el poco turismo que me he permitido, me he aprendido las combinaciones, las lineas, los transbordos y las estaciones que mas me afectan. Sin duda, una de las tareas más importantes para mi vida diaria.

Después, como buen gaijin, he ido a hacerme la tarjeta para extranjeros. Esta se hace en el ayuntamiento más cercano a tu ciudad y viene a ser algo como el DNI para los inmigrantes en España. Tarda unas 2 semanas en dártelo y la verdad, es bastante bonito.

Una vez finiquitado ese tramite, fui a inmigración a por mi permiso de trabajo. Nunca pensé que una institución gubernamental pudiera ser tan agradable. Mientras esperaba bebiendo un agua de limón (más adelante quiero dedicar una entrada a las expendedoras de bebidas) y viendo la tele, la cola iba disminuyendo a una velocidad vertiginosa hasta que llego mi turno y en 5 minutos ya podía trabajar. Impresionante.

Por último y lo que más dolores de cabeza me ha dado ha sido la apertura de una cuenta bancaria en correos. No se porque, en el ayuntamiento se olvidaron de darme un papel que me era necesario si quería abrir una cuenta. Bueno, que he tardado 3 días en poder hacerlo, pero hoy finalmente ya se ha solucionado todo y mañana me envían la tarjeta y la libreta a casa. Parece mentira que haya hecho todo esto en japonés y con bastantes pocos problemas.

Partida

Bueno, retomando el blog que abrí hace ya tiempo me dispongo a añadir una entrada nueva, ahora si, desde Japón. Muchas cosas han sucedido desde que empecé este blog hasta que lo abandone. La mayoría de mis planes no salieron bien, casi todos a causa de esta bendita crisis por la que pasamos casi todos. A pesar de ello y de lo que crea la gente, soy algo difícil de doblegar, por ese motivo, decidí emprender mi propio camino.

Eso nos lleva hasta ahora. Me marché por mi cuenta, con la ayuda de mis padres a los cuales les debo mucho y no sólo dinero. Esa inversión de futuro es la que me va a permitir avanzar tanto en mi carrera como en mi vida personal. Ahora me encuentro en Tokyo, bueno en los alrededores, en una ciudad llamada Warabi conecta con la JR Keihin-Tohoku line. Aquí me dispongo a asistir a clases de japonés en la ARC Academy en Shibuya. Eso por la mañanas, por las tardes estoy en proceso de encontrar un trabajo a tiempo parcial para aliviar un poco la carga a mis padres.

Respecto al alojamiento, he de decir que he sido afortunado. Encontré una Guest House en la que, gastos incluidos, sólo me cobran 46.000 yens, que está muy bien. Miré y miré y en casi todas pasabas de 50.000, es un dato a considerar.

En fin, este blog, a parte de ser una herramienta para tener a la familia y a los amigos informados va a ser también ´n una herramienta para explicar mi rutina, los trámites y las aventuras que me vayan sucediendo. Espero que no se convierta en otro blog más del estilo "un yoquesé en Japón" y derivados.